fbpx

“Elegía a Miguel Hernández”


Sábado 20 de enero de 2024 a las 19:00 horas

“Elegía a Miguel Hernández”

Eusebio Pérez Oca presentó “Elegía a Miguel Hernández”, un trabajo de investigación acerca del final de vida del genial poeta oriolano, publicado en 2017 por la Concejalía de Memoria Histórica y Democrática Municipal – Archivo Histórico Provincial de Alicante.

La magistral ponencia estuvo enmarcada por la declamación de dos poesías de Miguel Hernández: “Nanas de la cebolla” en el inicio y “Elegía a Miguel Sijé” al cierre.

Eusebio aclaró que, cada imagen proyectada, así como las explicaciones contextualizadas de las mismas, se apoyan en una base documental recogida en su libro “Elegía a Miguel Hernández”.

Acerca de las inexactitudes halladas en los escritos de Pérez Álvarez, las cuales hacen referencia a la presencia e intervención, en el final de Vida de Miguel Hernández, de otros presos, Eusebio demostró la imposibilidad de tal cosa al encontrarse los referidos, en dicho momento, excarcelados o en procesos de sanación convaleciendo en otros lugares.

Al margen de los motivos por los que se ha fabulado sobre los citados hechos, la gran pregunta que se hace Eusebio y que, de forma extendida nos hicimos las personas asistentes a su exposición fue, ¿por qué Miguel Hernández no fue conducido al Hospital Judicial, como tantos otros presos, para ser atendido de la enfermedad de tuberculosis que padecía y le causó la muerte? El autor compartió algunos datos que claman en el tiempo como un acto de injusticia: a 1200 metros de dónde se encontraba Miguel Hernández se ubicaba el Hospital Judicial; al menos 200 presos fueron atendidos en dicho centro médico, teniendo referencia de ello porque sus procesos judiciales quedaron sin resolución al fallecer mientras recibían los pertinentes cuidados.

Dar respuesta a esta cuestión es adentrarse en el ámbito de las especulaciones, las cuales, en la actualidad, no se han logrado determinar. Una posible explicación abundaría en la idea de que fue premeditado; que se prefirió un final de vida para Miguel Hernández en un lugar apartado, fuera de los focos que representaría un ajusticiamiento público, algo que conllevaría su conversión en mártir.

Una vez finalizada la disertación se abrió el turno de preguntas destacándose de ellas la que hacía referencia a la leyenda que presentaba a Miguel Hernández como un cabrero iletrado, siendo que la dicha imagen no se correspondía con la realidad de un poeta ilustrado y genial. En esta línea se recordó la buena relación que mantuvo con Federico García Lorca quien pensó en Miguel Hernández como el continuador natural de La Barraca. Por último, se puso en valor la traslación al ámbito musical de las poesías del inmortal oriolano por parte artistas de la talla de Paco Ibáñez y Joan Manuel Serrat.